- Modificar estilo de vida
- Tratamiento farmacologico
- Tratar entidades asociadas a ERGE
- Tratamiento quirúrgico
- Tratamiento endoscopico
Recomendaciones sobre el estilo de vida y las medidas higiénico-dietéticas.
- Identificar los diferentes factores de riesgo que desencadenan o agravan los síntomas de la ERGE.
- Aconsejar a pacientes con sobrepeso u obesidad.
- Sustituir en lo posible los medicamentos que empeoran la ERGE.
- Evitar alimentos, bebidas alcohólicas, tabaco y comidas copiosas y ricas en grasas que pueden producir o exacerbar los síntomas de la ERGE.
- Practicar ejercicio físico regular 30 minutos o más al día, evitando el ejercicio físico intenso.
- Acostarse transcurrida al menos 1 hora después de comer, dormir acostado sobre el lado izquierdo y con la cabecera de la cama elevada unos 15-30 cm.
Tratamiento farmacológico.
Antiácidos y alginatos
Actúan neutralizando la secreción ácida, y aunque son los más utilizados, actualmente juegan un papel secundario. Los antiácidos a demanda solos y/o en combinación con alginatos se pueden utilizar para controlar episodios leves de pirosis. Los efectos secundarios potenciales son: estreñimiento, diarrea, vómito, gas.
Antagonistas H2
[Dósis Estándares] Cimetidina 800-1.000 mg/día
Ranitidina 300 mg/día
Famotidina 40 mg/día
Nizatidina 300 mg/día
Roxatidina 150 mg/día
Fármacos antisecretores que bloquean el receptor de histamina de la célula parietal. Son una opción en el tratamiento del síndrome típico de la ERGE y de la esofagitis por reflujo en su fase aguda (dosis estándar) y de la de mantenimiento (dosis estándar y/o mitad de dosis). A demanda o pautados de forma intermitente se pueden utilizar para el control de los síntomas crónicos de reflujo. Posibles efectos secundarios: citopenias, ginecomastia, alteraciones de la función hepática y reacciones de hipersensibilidad.
Inhibidores de la bomba de protones
Omeprazol 20 mg/día
Lansoprazol 30 mg/día
Pantoprazol 40 mg/día
Rabeprazol 20 mg/día
Esomeprazol 40 mg/día
Fármacos antisecretores que actúan sobre la bomba de protones de la célula parietal, bloqueando la enzima H+/K+ATPasa. Se utilizan en el manejo de las enfermedades relacionadas con el ácido gástrico, incluyendo la úlcera duodenal, úlcera gástrica, ERGE, esofagitis erosiva, la infección por H. pylori y los síndromes hipersecretores como el Zollinger-Ellison. También se utilizan como gastroprotectores en los pacientes tratados con AINE.
El tratamiento del síndrome típico y de la esofagitis por reflujo tanto en la fase aguda (dosis estándar) como durante la de mantenimiento (dosis estándar o inferior) debería ser con IBP. A demanda o de forma intermitente se pueden utilizar para controlar los síntomas de reflujo a largo plazo en el síndrome por reflujo típico y en la esofagitis leve. En la esofagitis grave el tratamiento con IBP de mantenimiento ha de ser continuado. En los pacientes que no responden a la dosis estándar de IBP es razonable aumentar la dosis y dividirla en dos tomas diarias. Se aconseja tomar los IBP antes del desayuno y, en caso de dos tomas, una antes del desayuno y otra antes de la cena. Posibles efectos secundarios: náusea, diarrea y cefalea.
IBP frente a anti-H2
- La primera opción de tratamiento en el síndrome típico y la esofagitis por reflujo tanto en la fase aguda (dosis estándar) como durante la de mantenimiento (dosis estándar o mitad de dosis) deberían ser los IBP.
- En los pacientes con síndrome típico de ERGE y síntomas leves/infrecuentes los antagonistas H2 pueden ser una opción en el tratamiento de mantenimiento.
Procinéticos
Su indicación se basa en su capacidad para estimular la motilidad esofagogástrica, aumentar el tono del esfínter esofágico inferior y acelerar el vaciamiento gástrico. Actualmente, son fármacos con un papel muy limitado en el tratamiento de la ERGE.
Tratamiento de la ERGE en otras entidades clínicas.
Síndrome de dolor torácico por reflujo: La primera opción de tratamiento tanto en la fase aguda (dosis estándar) como durante la de mantenimiento (mitad de dosis) deberían ser los IBP.
Síndromes extraesofágicos establecidos: Tratar con IBP con doble dosis y durante un tiempo prolongado.
Tratamiento Quirúrgico.
Tiene como objetivo reconstruir la barrera antirreflujo. Actualmente, la técnica quirúrgica más ampliamente aceptada es la funduplicatura. Consiste en reforzar la función del cardias, arropando la parte superior del estómago (fundus) alrededor de la porción inferior del esófago.
La cirugía antirreflujo en pacientes con ERGE es una alternativa terapéutica comparable en eficacia al tratamiento continuado con IBP. Los mejores predictores de un buen resultado quirúrgico son la edad inferior a 50 años, presentar síntomas de ERGE típicos y que los síntomas se resuelvan con el tratamiento médico. La funduplicatura por laparoscopia es tan efectiva como la funduplicatura a través de cirugía abierta, presenta menor morbilidad y requiere menos tiempo de hospitalización.
La cirugía antirreflujo debería plantearse ante el fracaso de la medicación (recidivas frecuentes, intolerancia al tratamiento farmacológico), un paciente joven, y/o el deseo expreso del paciente. La opción del tratamiento quirúrgico se debe personalizar y los pacientes deben estar informados de los beneficios y riesgos.
Tratamiento endoscópico.
En los últimos años ha habido un gran desarrollo de técnicas endoscópicas para el tratamiento del reflujo gastroesofágico. Todas tienen como objetivo común potenciar las propiedades mecánicas o anatómicas de la unión esofagogástrica para disminuir el reflujo. Las técnicas más estudiadas son la sutura endoscópica, la gastrofunduplicatura endoluminal, la gastrofunduplicatura transmural y la radiofrecuencia.
De momento, el papel de estas técnicas endoscópicas para el manejo de la ERGE en la práctica clínica no está suficientemente evaluado. No se dispone de suficientes estudios que comparen estas técnicas con el tratamiento médico y quirúrgico.